IRAKE
La cima del Apu Huayna Picchu es el escenario donde dos eventos distantes en el tiempo se sincronizan: un Inca anticipa una cruenta conquista sobre su imperio y una joven fotógrafa va en búsqueda de la mejor imagen para lograr sanar su espíritu. Ambos esperan una respuesta trascendental de los aires (o de su propio interior) como voz maestra que los guíe hacia sus temores, poderes y visiones de sanación.
'Irake' es una palabra del idioma amazónico Shipibo-conibo cuya traducción literal al castellano es “gracias”; otro tipo de traducción referiría 'agradecimiento absoluto a la energía natural de la vida'.
Las plantas maestras de sanación (como Ayahuasca y Chakruna en la selva peruana) otorgan una fuente total de información y aprendizaje que surgen en situación de riesgo –como entre la vida y la muerte- entre la enfermedad y la curación.
La obra es una creación de lenguajes bio-virtuales que funciona como link a un mundo ensoñado de cosmovisión andinoamazónica -diseñado desde diversos medios (video mapping, danza, arte sonoro, performance, registro, prosa poética) e inspirada por nuestra profunda investigación en los mundos mágicos curativos. La propuesta invita a contemplar la relación entre las prácticas ancestrales y su uso en el mundo contemporáneo donde las medicinas naturales sobreviven con vigencia mágica curativa.
El arte secreto
Los icaros o cantos chamánicos de sanación son el resultado de la ingesta de las llamadas ‘plantas maestras’ de la Amazonía, denominadas así por su carácter especializado de transmisión de conocimiento a través de la experiencia que aportan a la mente, la conciencia y el cuerpo del paciente. Ésta experiencia se puede expresar desde la alteración perceptiva de los sentidos, la cual se traduce en la extensión del pensamiento sin los límites de la razón lúcida. Las reglas del tiempo y el espacio se quiebran y es así que la mente toma conciencia absoluta sobre ella misma (sobre su estructura, funcionamiento, memoria y otras zonas). Al mismo tiempo que el cuerpo sufre cambios de temperatura, vibraciones alteradas en respiración, cambios de presión, purgas a través del vómito o el llanto y vive intensamente diversos cambios emocionales. Todo este recorrido resulta en un mutuo entendimiento entre mente y cuerpo. La comprensión de la complejidad de su funcionamiento inseparable permite sobrepasar traumas psicofísicos, reconfigurar el estado de salud y reubicar la conciencia al culminar el efecto del trance. Naturalmente el médico curandero, ya habiendo normalizado su experiencia tras años de herencia, preparación y trabajo directo con plantas y palos -desde su siembra hasta su cocción, tomas con familiares y pacientes- desarrolla diversas técnicas de guiado durante el ritual. Una de ellas y quizás la más importante es el icareo, la estimulación del trabajo interno del brebaje a través de cantos mántricos meditativos. Estos surgen desde el hálito agitado, desde el escalofrío convertido en susurro, del aire que encuentra ritmos, cadencias, sonidos, consonantes, onomatopeyas, palabras guturales (las cuales cuenta la mitología que dieron origen al idioma Shipibo-conibo). Este imaginario lingüístico practicado por el guía durante la ceremonia evoca la aparición de realidades alteradas (visiones, efectos sonoros, distorsiones del espacio, etc.) que irán tejiendo semióticamente un entendimiento final al culminar el tratamiento. El conocimiento de los icaros es una tecnología que integra conocimiento científico, psicología y poesía.
Ficha Técnica
Actúan: Lourdes Sáenz - Roger Sáenz -Chaska Páucar
Dirección y Concepto: Gonzalo Del Aguila
Dramaturgia: Gonzalo Del Aguila
Dirección Musical: Alan Poma
Dirección de Video: Aldo Cáceda
Instalación: Carlosjavier Vega
Dirección de Luces: Denys Parra
Producción General: KEMuT_Kolectivo de Experimentación Músico Teatral